Es una de las más grandes de Galicia con más de 30 metros de caída sobre las rocas entre las que se ha ido abriendo camino a lo largo de miles de años.
Llegar a ella no supone ninguna dificultad pues se encuentra a pie de carretera, apenas a unos metros. Impresiona ver su altura cuando estás a sus pies y escuchas el ruido del agua y hasta sientes las pequeñas gotas en la piel.
A ella volveremos cuando las lluvias la carguen de agua, de fuerza y de vida. Mientras, espectaculares imágenes en movimiento te esperan en mi Instagram.
Visita e imágenes tomadas el 2 de enero de 2025
Comments