Autor: S. Eric Meretzky
(115 pp) – Ed. ALTEA JUNIOR, 1883
Título original: Zork: The Cavern of Doom
Siempre que puedo intercalo lecturas infantiles y juveniles que traen viento fresco, que son dinámicas y entretenidas, diferentes... En este caso, un reino de fantasía, el reino de Zork y una nueva aventura de Bill y June que, al adentrarse en él son Bivotar y Juranda.
"¡BIENVENIDO AL REINO DE ZORK!
Estás aburrido. No hay nada en la tele, salvo esos estúpidos telefilmes. Entras en la librería de tu barrio y encuentras un libro que parece interesante. Se titula El reino de Zork: La caverna del Destino. Como siempre, pasas a la primera página y empiezas a leer.
La historia tiene lugar en el magico país de Zork, donde se ha descubierto un nuevo territorio increíblemente rico. Docenas de aventureros han penetrado en la caverna del Destino, pero ninguno ha regresado. Sólo TÚ puedes salvarlos. Hay hechiceros con mal genio, diamantes enormes, dragones y un gigantesco imperio que explorar.
¡Da la impresión de que este libro va a ser bueno!
Si decides salvar el reino, compra el libro y pasa a la página 8.
Si prefieres ir a casa a ver cosas aburridas, pasa a la página siguiente.
Delante de la tele los ojos se te cierran lentamente. Un extraño sonido llena la habitación. De repente los abres y te das cuenta de que has estado roncando. No puedes quitarte de la cabeza el dichoso libro de Zork.
¡Vuelve a pensártelo! ¿No sería mejor comprar el libro ahora y pasar a la página 8?"
Así comienza este libro y así, con estas palabras, mi deseo irrefrenable de sumergirme de lleno en la historia. Original principio, tentadora invitación.
Para adentrarse en el reino fantástico, Bill y June deben colocarse el anillo de Zork. En este caso, su gran valor les llevará a adentrarse en una caverna de la que no han podido escapar quienes la descubrieron. Un sinfín de aventuras y finales dispares. De hecho, cuando ya llevaba seis diferentes, se me ocurrió leer lo que me quedaba del libro a la manera tradicional y así no perderme la cantidad de criaturas que se fueron encontrando los intrépidos protagonistas hasta dar con el hijo de Syovar, su tío y rey de Zork.
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