Autor: Brian Weiss
(213 pp) – Ed.RBA (tapa dura), 2006
Título original con el que fue publicado por primera vez en 1996: Only Love is Real
La primera lectura que hice de Lazos de amor fue en agosto de 2008, lo sé con certeza porque anoté esta fecha en el libro. Desde entonces, mis investigaciones y todo lo que he podido ir aprendiendo de su autor han hecho que esta segunda lectura dejase en mí un poso de serenidad. Fue como un bálsamo para mi alma. Ya no era la inquietud del primer descubrimiento, la sorpresa de lo desconocido...
Me he permitido llegar de nuevo a él a través de estos dos libros y es muy hermoso ver que los años, lo vivido desde hace más de doce... sigue confirmando mi idea de que el alma no entiende de tiempo, es eterna, pura.
Además... fue un deleite para mí en todos los sentidos. Es una edición muy cuidada, su tapa dura muestra un cielo que se abre a lo eterno, a lo inmenso.
Todo un viaje en el que Pedro y Elizabeth, sus protagonistas, que no se conocían en el presente, tras muchas vidas, logran encontrarse de nuevo.
A lo largo de 24 capítulos vamos siguiendo las sesiones que ambos compartieron con el doctor. Ella, infeliz y completamente desorientada y desmotivadla ante la muerte de su madre y él, pesaroso y muy triste tras haber perdido a su hermano. Junto a ellos, sentí de nuevo la llegada de la luz y la calma.
Comienza la obra con un prólogo y tanto éste como los 24 siguientes capítulos, son introducidos por una cita: Goethe, Kahlil Gibran, Carl Jung, Eugene O'Neill, Albert Schweitzer, Víctor Hugo, John Masefield, John Milton, Ralph Waldo Emerson, Henry David Thoreau, Dante Gabriel Rosetti, W.B.Yeats, Federico El Grande, William Wordsworth, Nietzsche, Walt Whitman, Cicerón, Robert James Waller, Tolstói, William Ernest Henly, Platón, Mohandas K. Gandhi, Leonardo Da Vinci, Voltaire, Benjamín Franklin. Y de nuevo, Goethe en el epílogo. Pensadores, filósofos, importantes personajes de la Historia, poetas, escritores... Algunos desconocidos para mí, pero la mayoría... habitantes de mi memoria y en muchos casos, de mi corazón.
No queriendo alargar en demasía esta publicación, sólo citaré algunos de estos preámbulos, más he de decir que todos y cada uno detuvieron por unos instantes mi ritmo lector y me hicieron pensar.
El alma del hombre es como el agua.
Viene del cielo,
se eleva hacia el cielo
y vuelve después a la tierra,
en un eterno ciclo. GOETHE (vid. prólogo pág. 13)
Elizabeth y Pedro no se conocían, sus vidas pasadas se fueron revelando de forma independiente y por separado en la consulta. Habiendo sido modificados los nombres, lo que el libro cuenta es "una historia sobre el destino y la esperanza, una historia que ocurre en silencio todos los días. ese día, alguien estaba escuchando." (vid. pág. 17). Ella padecía de ansiedad a causa de su estresante entorno laboral, la situación empeoró con el fallecimiento de s madre, su confidente, su apoyo. Nada la consolaba y fue entonces cuando acudió al doctor.
Y su dolor no remitía.
Finalmente dio a luz a otro niño, y fue grande
la alegría del padre, que exclamaba: "¡Un varón!"
Aquel día sólo él sintió ese júbilo.
La madre, postrada y abatida, estaba `ácida y exánime...
Lanzó de repente un grito de angustia,
pensando en el ausente, no en el recién nacido...
"¡Yace mi niño en la tumba y no estoy a su lado!"
Oye de nuevo la amada voz del difunto
en boca del bebé que ahora tiene en sus brazos:
"Soy yo, ¡pero no lo digas!", susurra mirándola a los ojos. VICTOR HUGO (vid. intro. capítulo 5, pág. 49)
El alma es indestructible, no se la puede herir y regresa a otra vida si así ha sido dispuesto. Y, a medida que avanzaba, iban calando en mí enseñanzas ancestrales, reflexiones y pensamientos. Siempre en lo más profundo.
Tich Nath Hanh, un filósofo y monje budista vietnamita, escribe sobre cómo disfrutar de una buena taza de té. Debemos estar completamente atentos al presente para disfrutar de una taza de té. Sólo siendo conscientes del presente nuestras manos sentirán el calor de la taza. Sólo en el presente aspiraremos el aroma del té, saborearemos su dulzura, y llegaremos a apreciar su exquisitez. Si estamos obsesionados por el pasado o preocupados por el futuro, dejaremos escapar la oportunidad de disfrutar de una buena taza de té. Cuando miremos el interior de la taza, su contenido ya habrá desaparecido.
Con la vida ocurre lo mismo. Si no vivimos plenamente el presente, en un abrir y cerrar de ojos la vida se nos habrá escapado. Habremos perdido sus sensaciones, su aroma, su exquisitez y su belleza, y sentiremos que ha transcurrido a toda velocidad.
El pasado ya ha pasado. Aprendamos de él y dejémoslo atrás. El futuro, ni tan siquiera ha llegado. Hagamos planes para el futuro, pero no perdamos el tiempo preocupándonos por él. Preocuparse no sirve para nada. Cuando dejemos de preocuparnos por lo que todavía no ha pasado, estaremos en el presente. Sólo entonces empezamos a experimentar la alegría de vivir. (vid. pág. 56)
Con calma y en el presente el camino que todos debemos recorrer es el del amor. El terapeuta podrá acompañarte durante un tiempo, pero el resto debemos hacerlo cada uno en y desde nuestro interior. Y así fue como lo fueron haciendo Pedro y Elizabeth, descubrieron que en otras vidas habían sido: padre e hija, amigos en la infancia y marido y mujer. Ellos no lo sabían, pero sí el doctor que intentó propiciar un encuentro, movido por su intuición, a la salida de la consulta, haciendo que fuesen uno tras otro. Mas no fue entonces, ese no era el momento.
Llegó cuando ambos cogieron el mismo avión por motivos diferentes y sus miradas volvieron a encontrarse con la certeza de haberse conocido tiempo atrás, quizá desde siempre, Ahí surgió una relación que hoy todavía mantienen habiendo formado juntos una feliz familia.
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Sin duda, como dije al principio, releer Lazos de amor, ha traído paz a mi vida, me ha ayudado a comprender y a detenerme, a intentar estar un poco más en el presente y a confirmar que el alma es eterna.
Yorumlar