
"El valle de Bakio siempre ha ofrecido la imagen de tierra tranquila y abundante, donde su proximidad al mar no ha supuesto, paradójicamente, una actividad marinera, propia de la costa vizcaína, siendo actualmente su playa casi la única relación con el Cantábrico". Con estas primeras palabras de su folleto informativo, las ganas de visitar esta localidad crecían. Campo y mar imprimen un carácter especial a Bakio haciendo de sus paisajes tierra de contrastes de azul y verde.
"La zona costera de Bakio se extiende a lo largo de 6 kilómetros. Acantilados, playa, calas y paseos dibujan nuestra línea costera donde cabe destacar la zona del biotopo protegido de San Juan de Gaztelugatxe. La espléndida playa de Bakio, la más amplia de la costa vizcaína, con 1 km de longitud, caracterizada por la limpieza de sus aguas, es afortunada por la diversidad que ofrece en cuanto a la práctica de baño y deportes como el surf, wave-ski, kayaksurf, etc. No en vano es escenario de importantes campeonatos a nivel estatal e internacional. Desde el año 2005 ha obtenido los certificados ISO 9001 de Calidad, ISO 14001 de medio ambiente, la bandera Ecoplayas 2007 y EMAS acreditándola como una de las playas de mejor calidad de la provincia."

La playa de Bakio mide casi un kilómetro y es la más larga de Vizcaya. Desde el año 2004 ha obtenido el certificado ISO 9001 de calidad y 14001 ambiental y es ideal para la práctica de deportes, destacando el surf. La recorre un bonito paseo marítimo que llega hasta el lugar de esta publicación: el mirador de Askada, sin duda el balcón ideal para perderse unos instantes sintiendo la brisa del Cantábrico.

"El conjunto arquitectónico formado por el Mirador de Askada y las escaleras que del mismo descienden a la playa de Bakio ha obtenido el galardón en urbanismo durante el año 2005, entre los 155 trabajos presentados a concurso.
Igualmente, merece ser destacada la mención especial a su escultura-veleta que preside dicho mirador.
Esta obra arquitectónica de Javier Bengoa es la más reciente de las desarrolladas en el municipio de Bakio, y da continuidad a la fuente lumínica de Estankoalde, a las originales farolas del paseo marítimo y a la Oficina de Turismo de la plaza de la Benta.
(...) Una obra muy personal, gestada desde la sensibilidad hacia el lugar y el uso de los materiales. Parece que el autor sintiera, antes que nada, la necesidad de hacer hablar al sitio.
Esto se traduce en una obra matérica, sensual y sorprendente en algunos puntos concretos. Parece que el lugar de la intervención fuera ahora un espacio no solo enriquecido por la arquitectura que lo refuerza, sino también porque la intervención perteneciera a un entorno de esos que invitan a sentir el duende de un paisaje reinterpretado.
Se trata de una aproximación al proyecto desde una perspectiva total, exenta de prejuicios. Quizá el arquitecto, partiendo del desamparo inicial, tomara del paisaje y de su propia actividad una vía de inspiración que le condujese, sin dudas ya, hacia una arquitectura para el sitio, sugiriendo así que el artificio hubiese estado ahí siempre formando parte del paisaje."

La minuciosa descripción que comprende la interpretación, el sentimiento del autor, la combinación de formas y hasta habla de los materiales te hace disfrutar del lugar; pero... os aseguro que no hay nada como verse allí arriba, elevar la mirada a los peces que parecen moverse con el viento y bajarla luego a las olas que se pierden en el horizonte azul de otro mar, otras aguas que no son las de mi océano. Si te ha gustado... te animo a que visites la publicación de Instagram del 24 de marzo de 2025, te parecerá que todo cobra vida.
Visita e imágenes tomadas el 16 de julio de 2024
¿Qué ver cerca de Bakio?
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